Para ello, hasta ahora se había utilizado ácido sulfúrico, pero con varios efectos no deseados: la manipulación de este ácido requiere medidas de seguridad considerables, es difícil de dosificar, y deja unas aguas residuales neutralizadas corrosivas con un alto contenido de sales. Messer realizó una serie de pruebas en ZGH Bolesław para la neutralización con CO₂ y a continuación recibió el encargo de instalar el equipo para este procedimiento. Actualmente, un reactor tubular neutraliza entre 20 y 30 metros cúbicos de aguas residuales por hora de manera económica y respetuosa con el medio ambiente.