Redacción
◤ TECNOLOGÍA
Máxima protección para esencias delicadas
La extracción de ingredientes valiosos se realiza de manera especialmente minuciosa y eficiente con CO₂ supercrítico. Este proceso protector garantiza la máxima calidad del producto.
La palabra latina «essentia» se refiere a lo que constituye una cosa. La palabra latina «essentia» denota el elemento fundamental que compone una cosa. Extraer esta esencia del resto de materia y obtener la sustancia pura es uno de los propósitos originales en los que se basa la ciencia química. La producción de esencias que contienen una fragancia especial, un aroma o un principio activo curativo es sólo una pequeña parte de esto, pero juega un papel importante en muchas industrias.
Evitar efectos secundarios no deseados Los métodos de extracción convencionales tienen desventajas. La destilación con vapor, por ejemplo, requiere altas temperaturas que hacen que algunas sustancias pierdan sus valiosas cualidades. Los disolventes, como los alcoholes o el cloruro de metileno, pueden modificar químicamente las esencias. Además, después de la extracción deben eliminarse, lo que no siempre se consigue por completo. En cambio, la extracción con dióxido de carbono supercrítico no tiene efectos secundarios no deseados. El término «supercrítico» describe una especie de cuarto estado de agregación: bajo determinadas condiciones de presión y temperatura, algunas sustancias se comportan simultáneamente como gas y como líquido. La extracción con CO₂ supercrítico permite separar los materiales más sutiles de forma selectiva y delicada.
CO₂ - el disolvente ideal El dióxido de carbono alcanza su estado supercrítico a una temperatura de 31 grados Celsius y una presión de 74 bares. Es decir, basta con una temperatura ambiental veraniega. El CO₂ es inerte y totalmente inocuo como disolvente. No deja restos ni modifica la sustancia disuelta o la materia prima. Tras la extracción, se evapora por completo y puede reutilizarse empleando un circuito cerrado. Otra ventaja al usar CO₂ para la extracción con fluidos supercríticos : sus parámetros pueden ajustarse de forma muy específica. Pequeños cambios en la presión y la temperatura permiten extraer distintas sustancias con el mismo compuesto básico. Naturalmente, esta es una propiedad clave en la tecnología de procesos. En Francia, Messer colabora en esta área con SFE Process ubicada cerca de Nancy. Esta empresa se ha especializado en el desarrollo y la producción de sistemas para la extracción con fluidos supercríticos.
Todo depende del proceso «Abarcamos todas las escalas, desde equipos de laboratorio hasta grandes instalaciones industriales», explica el director general, Jérémy Lagrue. «La clave es ajustar el equipo exactamente para la aplicación correspondiente y los resultados que desea el cliente. Estos últimos dependen siempre de una regulación precisa de la presión, la temperatura y el caudal de CO₂. Seguimos el mismo principio que Messer: colaboramos estrechamente con nuestros clientes, les ayudamos a optimizar sus procesos y a sacar el máximo partido a su inversión. Nuestras soluciones son llave en mano, modulares, fáciles de usar y pueden ser completamente automatizadas"». Para el desarrollo y las pruebas, SFE Process utiliza dióxido de carbono de Messer. Este gas es un subproducto recuperado de fuentes industriales. Por tanto, su producción es neutra desde el punto de vista medioambiental. En los sistemas de SFE Process, se utiliza entre otras cosas para la extracción de sustancias para la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica. Además, el CO₂ supercrítico puede emplearse para el fraccionamiento de sustancias, para cromatografía, en el procesado o reciclaje de materiales y para el teñido.
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Beneficios de la extracción con CO₂ supercrítico
Medio ambiente
- Disolvente natural recuperado y reciclado de fuentes industriales
- No tóxico, inerte e inodoro
- Sin efluentes
Proceso y calidad
- Extracción precisa y selectiva
- Procedimiento consolidado
- Protege sustancias sensibles a la temperatura
- Conserva las cualidades de los extractos
- Alta calidad de producto, sin residuos
Eficiencia económica
- Mayores cantidades extraídas que en otros procesos
- Rápida amortización
- Posibilidad de automatización total
- Reutilización del disolvente