Redacción
◤ GEOLOGÍA
Isótopos en estalagmitas para mejorar el modelo del clima
¿Qué puede aprender la investigación climática de las cuevas de estalagmitas? ¿Cómo se alimentaban los guerreros en el siglo X? La distribución de ciertos isótopos permite realizar profundos análisis históricos, así como pronósticos para el futuro. En su estudio se utilizan gases de alta pureza.
«Hace 15 años, los modelos climáticos predecían una subida probable de la temperatura de 1 a 1,5 grados. Pero el margen de error era de +/- 5 grados, por lo que no se trataba de un pronóstico muy fiable. Hoy en día, el margen de error puede reducirse a 0,5 grados gracias a la investigación de la historia del clima», señala Attila Demény. Es el director del Instituto de investigación geológica y geoquímica en Budapest. «Actualmente, a partir de los datos recopilados en todo el mundo podemos obtener patrones climáticos bastante precisos».
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La comparación con fases cálidas anteriores muestra que, a largo plazo, el clima puede volverse mucho más húmedo.
Attila Demény, director del Instituto de investigación geológica y geoquímica en Budapest
500.000 años de historia del clima
La contribución de su instituto consiste en la investigación de muestras de estalagmitas y otros espeleotemas de todo el mundo. Ofrecen información sobre medio millón de años de historia del clima. Las características columnas de las estalagmitas se forman por el agua filtrada a través de las formaciones de roca caliza. Se componen principalmente de carbonato cálcico (CaCO₃) y contienen trazas de elementos como fósforo, magnesio y estroncio.
«Cuanto más cálido y húmedo es el clima, mayor es generalmente la actividad biológica en el suelo situado encima de la cueva y, por tanto, también el contenido de fósforo en la estalagmita», explica el científico. «Mediante la distribución de los distintos isótopos de oxígeno podemos determinar si las nubes de lluvia procedían principalmente del Atlántico o del Mediterráneo. Y eso nos proporciona más información sobre las circunstancias climáticas».
Comparación de las fases cálidas
A partir de estos –y muchos otros– datos se han desarrollado mapas climáticos históricos. Permiten realizar pronósticos detallados de la evolución posterior, por ejemplo, en la cuenca de los Cárpatos. Según las predicciones, en las próximas décadas el calentamiento progresivo creará allí en primer lugar un clima mediterráneo, con largos periodos secos y precipitaciones muy irregulares. «La comparación con fases cálidas anteriores muestra que, a largo plazo, el clima puede volverse mucho más húmedo», pronostica Attila Demény. «Para nuestra región, un calentamiento global a largo plazo puede no ser tan malo; sin embargo, para los Países Bajos o Venecia supone una gran amenaza».
La exactitud de los modelos climáticos actuales se basa también en la precisión de las investigaciones de laboratorio. El dióxido de carbono de las muestras de carbonato y el agua de las filtraciones de líquidos se extraen a partir de las estalagmitas y los denominados «macarrones». La composición de isótopos estables de las moléculas se determina a continuación con un espectrómetro de masas o con un espectroscopio láser. En ambos procedimientos se utilizan gases de alta pureza, como el helio, como gas de arrastre. El instituto los obtiene de Messer.
Mijo para guerreros
Utilizando el mismo método, en el Instituto de investigación geológica y geoquímica se investigan también las costumbres alimentarias de los húngaros poco después de su llegada a la cuenca de los Cárpatos. Para su tesis doctoral, Ariana Gugora investiga huesos y dientes de cementerios del siglo X. El resultado más sorprendente de su estudio: «A partir de los isótopos de carbono y nitrógeno puede determinarse cuánta proteína animal consumieron los seres humanos durante su vida. Sorprendentemente, los líderes militares –es decir, la élite– no comían más carne que el resto de la población. Al parecer, el alimento más importante era el mijo: probablemente porque se conserva bien, es muy nutritivo y podía transportarse fácilmente a caballo en las campañas militares».