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◤ ENFOQUE PERSONAL
Enfoque en eficiencia y protección medioambiental
El Dr. Friedhelm Herzog es Senior Manager de Tecnología de Aplicaciones Industriales en Messer. Comenzó su trayectoria en la empresa hace 32 años, en el área de ingeniería. Más adelante ocupó puestos en investigación y desarrollo y en las áreas de tecnología de aplicación y estrategia de distribución. Hoy en día, su trabajo consiste sobre todo en la optimización de los procesos, el aumento de la eficiencia energética y la reducción de la huella ecológica.
¿Qué significa «Tecnología de Aplicaciones Industriales» en Messer?
Desarrollamos soluciones a medida para muchos procesos diferentes. Los clientes proceden de varias áreas de la producción industrial, como el sector químico y farmacéutico, del plástico y el caucho, la electrónica, la fabricación industrial, el procesamiento de aluminio y el sector de la construcción. Con los sistemas piloto móviles podemos probar nuestras tecnologías en condiciones de funcionamiento reales y garantizar que cumplan los requisitos de los clientes. Nos ocupamos, por ejemplo, de la recuperación de disolventes, la limpieza de gases de escape, el aumento de la eficiencia energética de los procesos, el reciclaje de productos o la construcción sostenible. El departamento incluye ocho especialistas en Krefeld, ya que allí se encuentra uno de los centros de competencia de Messer. Colaboramos estrechamente con otros equipos de Messer en Europa, Asia y América. También cooperamos con universidades, centros de investigación y socios de distribución.
¿Qué relación hay entre los gases y la eficiencia energética?
Tomemos por ejemplo la fabricación de los medicamentos modernos o los productos químicos finos: para ciertos pasos del proceso se requieren temperaturas muy bajas, pero también temperaturas relativamente altas. Contribuyen a dirigir el proceso de síntesis en la dirección correcta o a aumentar el rendimiento de la producción. Esto significa, por ejemplo, que un reactor debe enfriarse muy rápidamente a -100°C tras una fase a alta temperatura. Aquí entran en juego los gases criogénicos. En comparación con la refrigeración convencional con máquinas de compresión, que operan muy ineficientemente a bajas temperaturas, el frío de los -196°C del nitrógeno líquido se encuentra disponible inmediatamente y sin grandes esfuerzos. Nuestro proceso Cryocontrol permite enfriar los reactores en pocos minutos ahorrando mucho tiempo y energía. El nitrógeno líquido evaporado en este procedimiento se utiliza en forma gaseosa para otras aplicaciones, por lo que el gas empleado se aprovecha óptimamente.
¿Cómo pueden ayudar los gases al tratamiento de los gases de escape?
Uno de los mayores retos en esta área es la recuperación de disolventes. Se necesitan, entre otros usos, para la fabricación de productos químicos o farmacéuticos. Después salen de los reactores como compuestos orgánicos volátiles. Por supuesto, no pueden llegar a la atmósfera, sino que deben separarse y tratarse. Así lo exige la legislación. La condensación criogénica es un método eficaz y rentable para alcanzar este objetivo. Messer ha desarrollado y patentado procesos específicos para ello, como el procedimiento Duocondex, que aprovecha el frío del nitrógeno líquido. En él, la corriente de gases de escape circula a través de un condensador criogénico: las sustancias volátiles se condensan en su interior y pueden separarse fácilmente de la corriente gaseosa. Los disolventes recuperados pueden reciclarse para la producción o eliminarse de forma segura. Al mismo tiempo, se impide la congelación del condensador y la formación de aerosoles en el gas de proceso. De este modo se aprovechan óptimamente los recursos disponibles y se minimiza la huella ecológica.
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Messer ha desarrollado y patentado procesos específicos para ello, como el proceso Duocondex, que aprovecha el frío del nitrógeno líquido.
¿Qué papel puede desempeñar la superconducción en el transporte eficiente de electricidad?
La superconducción abre nuevas posibilidades para la transmisión de corriente a pequeñas distancias, porque apenas se producen pérdidas. De este modo, se ahorra energía y se reducen las emisiones de CO₂ (en el caso de la electricidad procedente de fuentes fósiles). Además, un cable superconductor puede conducir unas cinco veces más corriente que un cable convencional con la misma sección, y no necesita distancias de separación porque no irradia calor ni campos electromagnéticos. Así disminuye también el espacio requerido, tanto en cables aéreos como subterráneos. Para alcanzar el estado superconductor, los cables cerámicos especiales deben enfriarse a una temperatura muy baja. Con este fin, Messer ha desarrollado una nueva tecnología de refrigeración que evapora el nitrógeno líquido a baja presión, alcanzando una temperatura de -209°C. Este sistema ha demostrado su fiabilidad en el proyecto Ampacity con un cable superconductor de un kilómetro de longitud en el centro de Essen, una metrópoli alemana. En el futuro, con el desarrollo ulterior de la tecnología, los cables conductores convencionales en las grandes ciudades podrían sustituirse por cables superconductores,
y los parques eólicos en el mar podrían conectarse con las estaciones de transformación en tierra mediante esta tecnología. La superconducción también es adecuada para procesos energéticamente intensos, como en la fundición de aluminio, la industria cloroalcalina, la producción de hidrógeno por electrólisis o los grandes centros de cálculo.
¿Hay otros proyectos de desarrollo en el marco de la transformación energética?
Una solución tecnológica que ya está ayudando a los clientes es el evaporador Ecovap. Cuando los gases líquidos se evaporan para el uso en un proceso industrial, el sistema «cosecha» el frío generado y lo pone a disposición para los procesos de refrigeración. Esto permite ahorrar cantidades de energía considerables. En el área de investigación y desarrollo trabajamos en una serie de innovaciones para resolver retos centrales. Por ejemplo, el reciclaje de las baterías de los vehículos eléctricos y el desarrollo de un sistema de refrigeración de hidrógeno para el repostaje rápido y fiable de los vehículos de hidrógeno.